Comentarios: Interesante y aventurera cueva, sin
especiales dificultades más allá de por un lado una trepadilla para la
que pusimos una cuerda de ayuda, sobre todo para el descenso, el
superar la claustrofobia en los pasos estrechos, y el conseguir relajar
el esfínter después de nadar en una charca de aguas gélidas. La salida
estuvo muy bien organizada por Alfredo y excelentemente guiada por el
experto Luis (espero que no haya quedado demasiado descarado el
hacerles la pelota para que nos lleven más veces ;-)
Si bien como decíamos, no hay pasos especialmente difíciles, no
conviene meterse a la aventura sin conocerlo a fondo, sobre todo porque
si bien entrar es relativamente sencillo, salir no lo es tanto, ya que
es
fácil despistarse y a la vuelta acabar metiéndose por otros sitios,
como nos ocurrió varias veces cuando Luis se quedaba atrás controlando
a los últimos, y los de cabeza se iban por donde no era (a pesar de que
algunos guarros sin educación habían marcado con pintura algún paso
para su vuelta). Y no os podéis imaginar como retumbaba la cueva con
los gritos cada vez que alguien se metía al agua, porque no eran aguas
termales precisamente.